Una Buena Amiga


Sé Una Buena Amiga



"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" Juan 15:13.


La amistad es un testimonio poderoso


Piense en el valor de la amistad. Aunque en las relaciones que tenemos en la iglesia no todos se desarrollan en relaciones de toda la vida, las amistades de la iglesia son extremadamente importantes. Hay muchos que dejan de ir a la iglesia porque se sienten como que no encajan en el grupo. Pero hay algunas personas que sólo asisten el culto del domingo por la mañana y ellas pueden tener dificultad para lograr amistades. Ayude estas personas a saber que ser amigable con todos es una de las mejores formas en que ellas pueden testificar de Cristo. Entonces sea un ejemplo en esta esfera, al ser amistosa con los que conoce y también con los que visitan por primera vez.


¿Qué es un amigo?


El diccionario define la palabra "amigo" como "uno que está unido a otro por medio del afecto o la estimación". La Biblia también define la palabra "amigo". Leímos en Prov. 17:17, "Los amigos aman en todo tiempo". ¿Qué significa este versículo? Un verdadero amigo continúa siendo amigo aunque no apruebe las acciones de su amigo, él no es indiferente en el tiempo de necesidad. Es fiel a su amigo en cualquier circunstancia.


Nuestro gran amigo


Hay un amigo que todos podemos tener y que nunca nos dejará. Jesús es ese amigo. Él ha prometido nunca dejarnos ni desampararnos. Él dijo que estará con nosotros hasta el fin. Esa es una amistad permanente. Jesús es nuestro mejor amigo. La Biblia dice que la prueba más grande del amor es que una persona dé su vida por otra. La mayoría de los amigos nunca tienen que llegar a ese extremo. Jesús murió por nosotros. Ese es el acto más grande de amor. Jesús mostró el acto más grande de la amistad. Aun cuando nosotros no queríamos ser amigos de Jesús, él nos amó y murió por nosotros.
Los amigos de Jesucristo son los que guardan sus mandamientos. Juan 15:14. No hay necesidad de impresionar a Jesucristo con dinero, popularidad ni inteligencia. Él quiso ser nuestro amigo y por eso murió en la cruz por nuestros pecados. Él llevó el castigo que merecemos. ¡Qué amigo tan maravilloso es Jesucristo!


¿Es Ud. una verdadera amiga? Un verdadero amigo respeta los sentimientos de su amigo y no hace bromas acerca de él, ni trata de hacer que él haga algo malo. Por eso es importante que nuestros mejores amigos sean cristianos. Los amigos se deben animar y ayudar para mantenerse cerca de Dios. Ecles. 4:9-10.

Cuida tus palabras


Lo que decimos indica claramente si seguimos a Cristo o no. Debemos agradar a Dios con nuestro modo de hablar.
Las palabras son herramientas maravillosas de comunicación, pero también pueden meternos en problemas y causarnos daño. La Biblia dice que seremos justificados o condenados por nuestras palabras.
El control de las palabras es muy importante. Si ha observado a un grupo de niños, jóvenes y adultos cuando están conversando, jugando, etc., sabemos qué importante son nuestras palabras. Es muy triste oír hasta los niños usando el nombre de Dios en vano. Y los niños de hogares cristianos caen en esa trampa para tratar ser aceptados por sus amigos. Con frecuencia los niños se dicen palabras ofensivas uno al otro que pueden lastimarlos y dejar cicatrices emocionales.
Ore para que Dios use las palabras que Ud. hable para su honra y gloria.
La Biblia compara la lengua con una chispa de fuego. Este miembro es pequeño, pero puede causarnos muchos problemas y lastimar a las personas que nos rodean. ¿Qué dice Sant. 3:6, que es como el fuego? Una chispa de fuego puede causar mucha destrucción. Lo mismo sucede con las palabras que hablamos. CUIDA TUS PALABRAS. Sant. 3:2-5 también compara nuestra lengua con otras cosas. La lengua es como el freno en la boca de un caballo o el timón de un barco.
La lengua es pequeña pero puede hacer grandes cosas, ya sea para bien o para mal.
Santiago dice que los animales pueden ser domados por la gente, pero ninguna persona puede domar la lengua. Ella tiene el poder de ser ingobernable y está llena de veneno mortal. ¿Quiere decir eso que no hay esperanza para controlar nuestra lengua? La gente no puede domar la lengua, pero Dios sí puede si la persona se lo permite.


Lo que demuestran las palabras


Algunas personas son muy religiosas. Hasta tal vez asisten a los cultos de la iglesia y ofrendan mucho dinero. Pero maldicen, dicen mentiras, murmuran, critican, se burlan y hablan mal de los demás. Sant. 1:26 dice que estas personas se están engañando a sí mismas con una religión que en realidad no tiene mucho valor. Las palabras revelan nuestra consagración a Dios. Las palabras que decimos en público o en privado revelan cual es nuestra verdadera consagración a Cristo.
¿Puede ser claro y puro el agua si viene de un río contaminado? Por supuesto que no. Lo mismo sucede con nuestras palabras. Si maldecimos, mentimos o decimos cosas groseras, es porque Dios no tiene control completo de nuestra vida. El secreto de controlar nuestra lengua es tener nuestro corazón en paz con Dios.
David oró para que su hablar y sus pensamientos fueran agradables y aceptables a Dios.
El buen uso de las palabras
El fuego no siempre es malo. El fuego nos puede dar calor, alumbrar, cocinar y quemar la basura. De una manera similar, las palabras no siempre son malas. También pueden ser herramientas para el bien. Hech. 26:25; Mar. 16:17; Sal. 119:172.
¡Cuidado con los chismes!
Como cristianas, es nuestra responsabilidad usar nuestras palabras para edificar y no para destruir. Una manera en que las palabras pueden causar daño es mediante el chisme. Los chismes siempre causan mucho daño.
Salomón dijo que el mucho hablar nos mete a nosotros y a otros en problemas. Si cuando se nos acaben las cosas buenas para decir, comenzamos a hablar de cosas de las cuales no sabemos nada, terminamos divulgando secretos y lastimando los sentimientos de los demás.
El tercer mandamiento
Éxodo 20:7 es uno de los Diez Mandamientos. ¿Qué significa "tomar el nombre de Dios en vano?" El nombre de Dios es santo. Cualquier referencia a Dios o a su carácter dicho en una forma que no le da honra es incorrecto. El cristiano debe evitar decir tales cosas aunque sean aceptables o populares en la sociedad de hoy.


Hay que decir la verdad


Otra manera en que podemos honrar a Dios es hablando la verdad. La mentira no tiene ningún beneficio. La mentira no honra a Dios. La mentira toma muchas formas diferentes, tales como la exageración de la verdad y también decir mentiras blancas o mentiras piadosas. A veces se dicen esas mentiras para evitar una situación incómoda o para sacarnos de un aprieto. Pero todas las mentiras son pecados. Ellas nunca honran a Dios. Si a un cristiano le sorprenden mintiendo, se daña su testimonio y nunca podrá ser restaurado por completo ante los demás.

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